Si te encanta el sabor de lo tradicional, no habrá nada como preparar tu propio yogur en casa. Es un lácteo con muchas posibilidades culinarias.
El nombre de yogur procede del turco yoğurt, que a su vez proviene del prototurco y significa 'leche fermentada'. Aunque Turquía suele considerarse la cuna de este delicioso manjar, otros sitúan su origen en Bulgaria, la península báltica o Asia Central. Lo más curioso es que su consumo es tan antiguo que este postre incluso pudo haber aparecido antes de la agricultura... ¡Casi nada!
Quizás los primeros yogures se descubrieron debido la fermentación espontánea ocasionada por alguna bacteria que pudiera estar en las bolsas de piel de cabra, que eran usadas para llevar la leche de un lado a otro.
¿Con qué bebidas puedes acompañarlo? Puedes hacerlo con zumo de frutas naturales. Los de naranja, piña o manzana son buenas opciones. También, puedes tomarlo con un té negro de Ceilán emulsionado mediante unas ramas de canela y presentado con unos piñones; o junto a un té chai elaborado con tus propias especias.
Tiempo de preparación: 30 minutos
Dificultad: Muy fácil
Coste aproximado: 2 euros
El yogur casero es un básico del frigorífico de lo más saludable que puedes tomar tanto para desayunar como merendar o cenar. También, es un tentempié saludable para cualquier hora del día o, incluso, para llevárselo al trabajo.
Un consejo: Usa una canela de calidad para que la manzana adquiera un sabor de lo más especial. Toma el yogur siempre bien frío, pues sabrá mucho mejor. Y si quieres probar otra variante de la receta, cambia la manzana por fresas, membrillo o melocotón, por ejemplo.
Ya sabes, si eres un auténtico cocinillas, apuesta por el yoghurt home made. ¡Es una auténtica delicia y de lo más sana!
Ayúdate de una espátula con termómetro incluido para controlar la temperatura de la leche.