Los pasteles de zanahoria tienen su origen en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, cuando las amas de casa se veían obligadas a utilizar los ingredientes que tenían a mano para endulzar las recetas, ante la escasez de productos como el azúcar. Por otra parte, las primeras tartas de queso se remontan a la Antigua Grecia, aproximadamente 2000 a.C. donde aprovecharon el queso fresco hirviéndolos con ingredientes como la miel o la harina para obtener la suave crema de los pasteles de queso. Fueron de nuevo los ingleses quienes decidieron elaborar una base a partir de galletas de avena.¿Qué tal si fusionamos dos grandes historias en un solo pastel? ¡Nuestro cheesecake de zanahoria!
¿Cómo combinar tu cheesecake? Nos encanta esta receta fresquita con una bebida caliente, como el cacao, el café o una buena infusión. ¿Quieres probar la versión japonesa de la tarta de queso? Prueba nuestra receta del pastel japonés.
Tiempo de preparación: 20 minutos + tiempo de enfriado
Dificultad: media
Coste aproximado: 6 €
La dificultad de esta receta radica básicamente en el uso del agar-agar. Si no tienes experiencia utilizando este gelificante, puedes sustituirlo por su equivalente en gelatina para cocinar.
Como ves, lo más importante de esta receta radica en que uses una trituradora adecuada. En Culinarium tenemos las últimas del mercado, que te servirán para esta receta y muchas más.
Lo difícil de esta receta es la espera. Sí, la tarta de queso requiere ese largo periodo de enfriamiento en la nevera para adquirir esa deliciosa consistencia, pero la paciencia merece la pena. Una vez que hundas el tenedor en las capas de esta tarta de queso absolutamente divina lo entenderás, a través de cada una de esas irresistibles capas se llega a saborear lentamente cada uno de los bocados... ¡Disfruta!
Base
Tarta