¿Truco o trato? No te conformes con insignificantes caramelos y ve a por chucherías de mayor entidad. Una dulce muestra de cerebro de Halloween es un buen ejemplo de ello. Especialmente si puedes preparártelo con comodidad en casa. Un tipo de tarta que se está convirtiendo en todo un icono de la fiesta, casi al nivel del mismo Jack O'Lantern.
El éxito de este dulce reside en su acertado parecido con el cerebro humano. Un parecido que resulta todavía más asombroso si consideramos sus ingredientes. Básicamente, con azúcar, harina y colorantes. Se trata de otra imaginativa muestra del éxito de esta celebración. Lo que en su momento fue una tradición celta de la antigua Scotia triunfó en Estados Unidos y, desde aquí, en el resto del mundo.
La internacionalización de esta celebración ha dado como resultado impresionantes hitos artísticos, como esta receta que describimos. En menos de media hora, puedes tener una espléndida tarta para cuatro personas. En esencia, los utensilios no difieren respecto a los de cualquier otra tarta: batidoras, molde, pincel y spray antiadherente.
En cuanto a los ingredientes, procura conseguir 300 ml de leche, 135 ml de aceite de oliva, 350 g de harina y 1 kg del azúcar (del que, aproximadamente, tres cuartas partes han de ser de azúcar color carne Renshaw). Por menos de 30 euros, puedes tener listo este intelectual manjar.
No olvides que el bol ha de tener estructura ovalada, para asemejarse más a la estructura cerebral humana. Recomendamos ingerir este apetitoso cerebro de Halloween de noche, como postre de la cena. Así, podrás salir a la calle y hacer la digestión, mientras te sientes como un auténtico zombie, sin necesidad de maquillaje. Anímate y echa un bocado a las tendencias gastronómicas de los muertos en vida.